Origen de las tapas españolas

¿A quién no le gusta disfrutar de unas buenas tapas y raciones en Santander? En la actualidad, tomar unas tapas es algo muy típico y común, pero ¿de dónde surgieron?, ¿cuándo comenzaron a popularizarse? En este post te damos todas las respuestas.

Irse de tapas y raciones en Santander con familiares y amigos se ha convertido en una actividad de ocio para todos, pero en sus orígenes no era así. A lo largo de la historia, las tapas, como hoy se conocen, fueron llamadas por Quevedo como "avisillos" y por Cervantes como "llamativos", popularizándose el término "tapa" a finales del siglo XX.

No está claro quién fue el inventor, otorgándose la hazaña desde a Alfonso X "El Sabio", que mandaba a que le sirviesen el vino con algo de comida para no emborracharse, hasta a Alfonso XIII, a quien le sirvieron una copa de vino tapada con una loncha de jamón para que no se llenara de arena, de ahí el término "tapa". También se mencionan a los Reyes Católicos, quienes necesitaban rápidos avituallamientos durante la Reconquista.

Ninguna de estas teorías tiene base documental, lo que sí la tiene es que las conocidas tapas parecen tener su origen en Andalucía, donde se refieren a ellas en una revista por primera vez. Además, fue después de la Guerra Civil cuando mayor acogida tuvo el tapeo debido a la falta de dinero, el racionamiento y la política del plato único.

La tapa nació como una humilde comida de subsistencia y a día de hoy se ha convertido en un símbolo gastronómico nacional, por el cual socializamos con otras personas, generando amistad y compañerismo.

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